Después de que las sociedades secretas asiáticas atacaron a la élite criminal occidental, estalló una tormenta total entre las sociedades secretas. Muchas de estas sociedades han operado durante milenios y en su mayoría permanecían inactivas. Ahora todas cobraron vida y movilizaron a sus miembros. Experimenté esto de primera mano, cuando sus miembros se me acercaron o trataron de destruirme.
El verdadero detonante de esto fue una entrevista que tuve con David Rockefeller a fines de 2007. Rockefeller había llegado a Japón para promover una versión en japonés de su autobiografía. Como parte de esta promoción, unos hombres de negro llegaron a una gran librería y cerraron todas las salidas antes de que el apareciera y se pusiera a disposición para firmar su libro. Alguien tomó una foto de este evento y me la envió con la nota "Rockefeller está en la ciudad".
Como corresponsal extranjero a largo plazo en Japón, sabía que los peludos grandes como él solían quedarse en el Hotel Okura al otro lado de la calle de la embajada de Estados Unidos. Entonces, esperé hasta las 10 de la noche, cuando pensé que sus manejadores habrían salido de la habitación pero él todavía estaba despierto, llamé a la centralita y pregunte por David Rockefeller. Me pusieron en contacto directo con él. Le dije quién era yo y mis antecedentes, y le pedí una entrevista. El acepto.
Esta entrevista tuvo lugar a la mañana siguiente. Sin embargo, el hecho de que pude contactar directamente al jefe del Bilderberg, el Consejo de Relaciones Exteriores y la Comisión Trilateral poco después de que las sociedades asiáticas amenazaran a los miembros de estos grupos hizo que el mundo supiera que esto seria jugoso.
Los "Ancianos de Sión", es decir, los Rothschild y sus lacayos enviaron a Michael Greenberg, el hombre clave que utilizaron para controlar a los políticos japoneses, a visitar a los jefes de la sociedad secreta asiática en Japón. Greenberg les dijo que yo era una adicto a las anfetaminas que golpeaba a las mujeres y que deberían matarme. Cuando los asiáticos me confrontaron con esto, sugerí que le preguntaran a mi ex esposa o a cualquier otra mujer con la que hubiera tenido intimidad para confirmar que esto era una completa calumnia.
Este fue el primer indicio de que planeaban usar drogas para destruirme. Fue por esta época cuando Sasha Zaric, también conocido como Alexander Romanov, se me acercó. Zaric dijo que fue enviado por un grupo conocido como los Illuminati Gnósticos. Dijo que sus raíces se remontan al menos hasta el matemático griego Pitágoras.
https://en.wikipedia.org/wiki/Pythagoras
Los Illuminati Gnósticos dijeron que exploraron a los 6,000 genios más importantes de cada época y que se oponían a la regla del linaje de sangre. Afirmaron haber causado las revoluciones estadounidense, francesa y rusa.
Zaric me dijo que se ganaba la vida como traficante de drogas, y que por lo general traía alrededor de 100 kilogramos de hachís a Japón cada mes. Dijo que lo habían llamado a Pattaya, Tailandia, donde le mostraron un arma nuclear de 500 megatones que le dijeron que era una de las cuatro que habían sido robadas del submarino ruso Kursk cuando se hundió en el año 2000. También se le mostró 70 kilogramos de marihuana y le dijeron que pasara de contrabando las drogas a Japón.
Zaric me regaló un poco de marihuana y dijo que si no le presentaba a los gánsteres japoneses me matarían. Dijo que si hacía la presentación recibiría $10,000 por mes como comisión. Le conté esto a Kawase Takamasa, de la policía militar japonesa. Me dijo que era una trampa y que me mantuviera alejado de ella.
Él estaba en lo correcto. Fue por esta época que, según mis fuentes del MI6, el ex primer ministro Tony Blair del Reino Unido se jactaba de que yo estaba a punto de ser encarcelado por cargos de drogas. La marihuana también estaba mezclada con una sustancia química peligrosa, muy probablemente PCP o "polvo de ángel".
Zaric comenzó a perder la cabeza después de que comenzó a fumarla mucho. Sin embargo, resulto que también el era un agente del Servicio Secreto de Inteligencia de Australia. Alrededor de 2010, me dijo que el arma nuclear que le habían mostrado en Tailandia había sido introducida de contrabando en Japón y estaba ubicada en Hinode, Tokio, en la propiedad del ex primer ministro japonés Yasuhiro Nakasone.
Zaric se convirtió en denunciante y fue a la Embajada de Australia en Tokio para dar la alarma, advirtiendo que Japón estaba a punto de sufrir un ataque terrorista nuclear. Rudd aparentemente trató de actuar en base a esta información y se vio obligado a renunciar como primer ministro "por la Junta de la Reserva Federal", según fuentes de ASIS.
Volveremos a esta arma nuclear la semana que viene, pero primero, debemos echar un vistazo a lo que le sucedió a la gente de la Sociedad Secreta Asiática que conocí por primera vez. Después del corte de dinero asiático que causó la crisis de Lehman y un repentino colapso económico en Occidente, la sociedad secreta asiática hizo un trato a mis espaldas con los Rockefeller y los Bush.
Les dijeron que Barack Obama, un negro, sería nombrado presidente de Estados Unidos y que todo cambiaría. Por esta razón, se llegó a un acuerdo secreto mediante el cual la FRB compró 700 toneladas de oro a un miembro de la familia real asiática llamado Yohannes Riyadi. Lord James Blackheath detalló esto a la Cámara de los Lores británica.
https://www.youtube.com/watch?v=oAK5xzEYq7I&t=3s
Según la información de Lord Blackheath y otros, lo que sucedió fue que las 700 toneladas de oro se utilizaron para emitir 750,000 toneladas de bonos respaldados por oro por Alan Greenspan del Banco de la Reserva Federal. Esto creó US $23 billones que se utilizaron para financiar el régimen de Obama. Los chinos fueron premiados con los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y muchos funcionarios recibieron dinero del petróleo iraquí como parte de su recompensa por aceptar esta estafa.
También fue por esta época que los representantes de la sociedad secreta asiática me retiraron su protección por "desobediencia". Entonces el Ninja Shiramine me dijo que estaba a punto de morir. Mi contacto superior con las bandas japonesas de Yakuza también me dijo que estaba oficialmente sancionado y designado para ser asesinado. Por eso me vi obligado a ir a la sede de la pandilla de Yakuza más grande de Japón, el Yamaguchi-Gumi, y usar un megáfono (y un conjunto incriminatorio de expedientes de seguro) para convencerlos de que me brindaran protección.
También fue por esta época cuando Leo Zagami apareció en Japón para visitarme. Zagami también dijo que representaba a los Illuminati. Sin embargo, su versión de los Illuminati eran los descendientes de los emperadores romanos. Dijo que sus raíces se remontan a hace 26,000 años y que tenían acceso a tecnología antigua en poder de los supervivientes de las grandes inundaciones posglaciales de hace 14,000 años.
Hay mucho más en esto, pero básicamente me dijo que le daban órdenes a la mafia y al Vaticano. Lo demostró diciendo que iban a despedir al Papa Maledicto (Benedicto XVI) y al primer ministro italiano Silvio Berlusconi, lo que sucedió posteriormente.
Luego me invitaron a visitar los masones P2 en Italia. Aquí conocí a muchos políticos, académicos, tipos de la mafia, etc. También me mostraron tecnología que les permitía proyectar imágenes en el cielo da 25 millas de ancho (Proyecto Blue Beam).
Luego, Zagami me envió a Milán para conocer a Vincenzo Mazzara, un Caballero de los Caballeros Teutónicos y la conexión de más alto nivel que tenía Zagami. Cuando Mazzara me conoció, me preguntó si el podía fumar un puro. Luego pasó el día lanzándome humo de este cigarro.
En cualquier caso, me llevó a la catedral de Milán donde me mostró una vidriera que representaba al Sol Negro. También me mostró la talla de una cruz con una serpiente enrollada a su alrededor. Dijo que estos eran sus dioses y les daban instrucciones "contactándoles a través de ondas gamma". Por favor, comprenda que solo los estoy citando y no digo que creo que lo que me dijeron era cierto.
Lo que sí sé es que esa noche, mis pulmones se paralizaron y casi muero. Sin embargo, sobreviví y, a la mañana siguiente, cuando llamé a Mazzara para preguntarle por qué no había venido a recibirme, sonó sorprendido y me preguntó: "¿¡Todavía estás vivo!?"
Regresé a Japón enfermo como un perro, pero me recuperé. Fue poco después de esta visita que tuvo lugar el infame incidente de Chiasso el 3 de junio de 2009. En este incidente, se robaron bonos por valor de 134,500 millones de dólares a dos "diplomáticos" japoneses o representantes de la Familia Dragón, Akihiko 'Yamaguchi' y Mitsuyoshi Watanabe. .
https://steemit.com/chiasso/@sadcorp/what-is-the-chiasso-incident-d485de9866e9a
Conocí a Watanabe y Yamaguchi más tarde. Watanabe me dijo que había sido enviado por el Emperador de Japón a cobrar los bonos con el fin de financiar un túnel que uniera Japón y Corea. Yamaguchi dijo que tomó sus bonos de un lote que el exvicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, dijo que eran reales. Yamaguchi quería incluirlos en un "programa comercial" para financiar actividades caritativas.
En cualquier caso, la policía financiera italiana entregó los bonos incautados a Neil Keenan, quien aparentemente dirigía la rama de Europa del Este de la CIA. Luego, Keenan se los entregó a un banquero del Vaticano llamado Daniel Dal Bosco. Dal Bosco llevó los bonos al Partido Comunista Chino y al Comité de Finanzas del Senado de los Estados Unidos, pero en vano.
Fue entonces cuando el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, se presentó y le ofreció a Dal Bosco 100 millones de dólares para "hacer que todo desapareciera". Los bonos finalmente fueron devueltos a Keenan, quien fue asesinado un par de años después y reemplazado por un impostor. Un representante de la familia Dragon (la realeza asiática) explicó más tarde que Keenan nunca había sido autorizado a cobrar esos bonos.
También es interesante notar que el 6 de junio de 2009, tres días después del incidente de Chiasso, un agente norcoreano llamado Okubo Mutsuaki me apuñaló con una aguja envenenada frente a varios testigos. A pesar de esto, la policía japonesa se negó a investigar y mis colegas del Club de Corresponsales Extranjeros de Japón se negaron a dejarme hablar de ello frente a la prensa occidental.
Sobreviví porque los amigos de mi colega asesinado Christopher Story, también conocido como Edward Harle, me aconsejaron que si tomaba un gramo de vitamina C cada seis horas y 5,000 unidades internacionales de vitamina D todos los días, podría contrarrestar los efectos del veneno.
Sobreviví solo para que me dieran un relato paso a paso en tiempo real de cómo el arma nuclear robada del Kursk fue utilizada para desencadenar el 11 de marzo de 2011, el ataque nuclear y el tsunami de Fukushima. Fue este ataque y las posteriores amenazas de hundir a Japón bajo el mar lo que finalmente me hizo darme cuenta de que realmente estábamos lidiando con psicópatas asesinos en masa en los niveles más altos del poder mundial.
La semana que viene hablaremos sobre Fukushima y las secuelas secretas de ese ataque.
Fuente: https://benjaminfulford.net/
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