Sánchez Cordero dijo en un seminario que tiene permiso completo de la administración entrante para hacer lo que sea necesario para detener la violencia de cárteles en el país, y poner fin a la guerra contra las drogas encabeza la lista.
"Sobre el tema de la legalización de las drogas, Andrés Manuel me dijó, y cito: 'Carta blanca'. Lo que sea necesario para restablecer la paz en este país. Vamos a abrir el debate ", dijo Cordero.
"Lo que nadie puede negar con datos concretos es que, al menos en los últimos 10 años, el gobierno mexicano ha sido incapaz de detener la violencia y responder a ella con mecanismos institucionales", agregó.
El aumento constante del crimen violento en las últimas décadas se correlaciona directamente con la escalada de la guerra contra las drogas. Como vimos durante los tiempos de la prohibición del alcohol, cuando se prohíbe un objeto inanimado, se crea un incentivo para que las personas participen en la distribución en el mercado negro de ese objeto. Dado que no hay rendición de cuentas o medios de resolución pacífica de disputas dentro del mercado negro, los compradores y vendedores se ven obligados a recurrir a la violencia como su único medio para manejar desacuerdos.
Eventualmente, esta violencia se extiende al mundo cotidiano y afecta la vida de todos. Nadie podría imaginar a Budweiser y Miller Lite en un tiroteo en las calles, pero hace menos de un siglo, durante la prohibición del alcohol, sus distribuidores estaban involucrados en tiroteos de forma regular, igual que las bandas de narcotraficantes en la actualidad. Por supuesto, toda esta violencia llegó a un final inmediato cuando se legalizó el alcohol. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que el establecimiento encontrara una nueva cruzada dentro de la guerra contra las drogas, lo que le permitió continuar con la misma política, solo con diferentes sustancias.
En 2001, Portugal se convirtió en el primer país del mundo en poner fin a la guerra contra las drogas dentro de sus fronteras, y en el corto tiempo transcurrido desde entonces, el país ha visto una mejora radical en su sociedad. Con respecto a las drogas, en realidad ahora tienen un menor impacto negativo en la sociedad en Portugal antes del final de la prohibición. Ahora hay menos muertes relacionadas con las drogas, menos niños controlando las drogas y menos personas consumiendo drogas en general.
También hay muchos otros factores que las personas a menudo pasan por alto, incluido el hecho de que las enfermedades infecciosas diseminadas a través de agujas y prácticas de drogas sucias han disminuido rápidamente en Portugal desde la legalización de las drogas. El estado policial tampoco es un problema tan grande para los residentes como lo fue antes. Muchas prisiones incluso se han cerrado porque no hay suficiente crimen.
A continuación hay algunos gráficos que muestran el efecto que el fin a la prohibición ha tenido en Portugal:
Incluso en áreas con una tasa de homicidios en descenso, los casos de asesinato que no se resuelven continúan aumentando. Los departamentos de policía y los burócratas tienen un millón de excusas, pero las drogas ilegales son una de las razones principales de este hecho.
Por un lado, los acesinatos indiscriminados se vuelven más comunes que los crímenes de pasión que son fáciles de descubrir, pero también hay un aspecto mucho más siniestro en esto. Si te fijas en la tasa de encarcelamientos por delitos de drogas, y cómo increíblemente a menudo los casos de drogas se "resuelven" y se encuentran a favor del estado, resulta obvio que la policía tiene más incentivos en sus actividades diarias para cazar a los usuarios de drogas que a los asesinos.
Estos policias no son servidores públicos desinteresados y de corazon valiente, como la propaganda en la televisión de horario estelar o en algunas peliculas te hacen creer, son personas normales como tu y como yo. Incluso te dirán "simplemente estoy haciendo mi trabajo", así que, como la mayoría de nosotros, cuando están en el trabajo intentan obtener la mayor cantidad de dinero por la menor cantidad de trabajo, y los casos de asesinato son trabajo realmente difícil.
Un policía incluso podría perder su cuota al tomarse el tiempo y el esfuerzo de perseguir a un asesino, en lugar de agarrar a un niño con una bolsa de marihuana, que es mucho más fácil de encontrar y mucho más fácil de atrapar. Las cuotas son otra cosa que muchos departamentos de policía niegan, pero una y otra vez salen evidencias que prueban lo contrario.
Recientemente, un ex policia del NYPD se ha presentado diciendo que solía multar a personas muertas solo para cumplir con su cuota. Esto no quiere decir que todos los policías son personas sucias, pero la forma en que el estado monopoliza sus trabajos y se centra en la guerra contra las drogas corrompe su posición y los obliga a herir a personas inocentes y violar sus derechos, incluso si tienen la mejor de sus intenciones.
Gracias a la guerra contra las drogas, simplemente porque alguien diga que huele algo, ahora los policías pueden ingresar a las casas, buscar automóviles y violar por completo los derechos de las personas no violentas. La guerra contra las drogas y el terrorismo son las dos excusas más importantes utilizadas para violar los derechos de las personas, según el Consejo Nacional de Seguridad(USA), tienes 8 veces más posibilidades de ser asesinado por un oficial de policía que por un terrorista.
Para comenar, la existencia misma de la guerra contra las drogas, o la prohibición de cualquier objeto, es una violación fundamental de los derechos naturales que no debería existir en ninguna sociedad civilizada.
Difunde el Amor!
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